lunes, 3 de noviembre de 2008

Penélope..

Me muerdo la voz para no preguntar por ti, aun a riesgo de envenenarme con mi propio dolor. Me embriago de melancolía cada noche, cuando salgo a pasear y la luna me recuerda que estás lejos, que te marchaste hace mucho ya, que quizás nunca estuviste. Caigo en las trampas del miedo y la soledad me envuelve con su manto. Trato de deshacer los errores que el destino cometió cuando decidió anudar dos (o quizás más) vidas distintas que tal vez nunca deberían haberse entrecruzado. Me pesan las burlas de aquel azar bromista, riéndose siempre a costa de los demás. Las lágrimas van creando surcos en mi piel y sellan las heridas que un(a) Don Nadie esbozó para mí.



Y ya me veo como aquella mujer que espera en el puerto, tejiendo y destejiendo mi alma hecha trizas.

2 comentarios:

Alicia. dijo...

Tejiendo y destejiendo mi alma hecha trizas, eternamente. Hasta olvidarme de mi nombre.

Me ha gustado mucho el texto.
un beso.

Estoicolgado dijo...

Dudar de que estuviese alguna vez... y luego darte cuenta de que estás loco, para después cuestionarte si más o menos que cuando todavía no se había ido...

el único error del pasado es que ya pasó ^^

puedes esperar, o navegar tierra adentro. De cualquier modo soplará el vieto a favor, por ser tú

Eolo... eolo!

ya se lo he dicho

muáes