martes, 30 de junio de 2009

Buscando para encontrar lo que no quiero perder.

Te busco, por cada rincón de este universo despiadado que se apodera de nosotros, débiles peleles..., pero no logro encontrarte entre la niebla.


Cuando creo hallar la luz, cuando al fin percibo tu figura adentrándose en el bosque, mi corazón se desmorona al descubrir que, tras los árboles, sólo se ocultan las sombras.










¿Dónde estás? Te estoy buscando.

lunes, 29 de junio de 2009

SAMBA CONMIGO


¿Quién eres?

Me miras. Te miro. Nos miramos.

¿Me has sonreído? Yo a ti SÍ. No lo dudes.

Volvemos a mirarNos.

Me has rozado. Me he ESTREMECIDO. Nos ha gustado.

Quiero más.
Y más.

¿Me lo das? Me lo das.

Hablar por hablar. Para sentirme cerca. Para escuchar tu voz.

Imaginar. Hacer realidad. Juntos.

¿Calor? Calor anónimo. Mucho mucho mucho calor.





¿Hasta otra?

miércoles, 24 de junio de 2009

?!



Ella. De pie frente al espejo. Desnuda. Se gusta por fuera. Por dentro... por dentro no se entiende. Se mira. Se pregunta a sí misma qué es lo que le está ocurriendo. No sabe cómo explicar(se)lo. No lo comprende. No. Pero tiene una certeza. Le gusta esa sensación. Sí. Le encanta. Y descubre que hacía años que no se sentía tan Viva. Y (te) agradece el haber recuperado esa sonrisa bobalicona. Así como el miedo a perder(la). Y no quiere etiquetar sus sentimientos. Tampoco le apetece ponerle un nombre a sus latidos. ¿Para qué? Y por eso mismo vuelve a sonreír. Sonríe. Da lo mismo quién es el que mueve los hilos. Aunque Ella sabe bien que has sido TÚ el que la ha dejado sin palabras.






Ella. Abrazada a sus sueños.

lunes, 15 de junio de 2009

LOVE STORE – LIQUIDACIÓN


Sucedió porque los dos así lo quisimos. Y lo que hemos vivido ha sido real... Pero no es suficiente. Lo siento pero no. Aquí no se aceptan las (malas) Imitaciones. Yo quiero Ese Algo MÁS. Ese No Sé Qué que un día consigue que tu corazón vuele sin tener alas y que al siguiente te desgarra el Alma. Yo quiero vibrar. Y quiero dormirme sollozando, abrazada a ese hueco vacío de mi cama. Yo quiero suspirar cada vez que tu nombre roce mis labios. Y quiero añorar tus palabras, que mi mundo se derrumbe si me faltas. Yo quiero que cada mirada que me regales me estremezca como la primera. Y quiero tener ganas de ti, de tus manos paseando por mi piel, de mis caricias recorriéndoTE, de nuestros cuerpos descubriéndose. Yo quiero temblar, primero de miedo y de emoción después. Yo quiero sonreír. Y quiero hacerte sonreír. Yo QUIERO QUERER abrazarte. Y QUIERO que QUIERAS tenerme cerca.







Yo quiero Ese Amor.


Yo quiero Amor Amor.


sábado, 13 de junio de 2009

<< A ti te da lo mismo y a mí no me importa >>


El problema... bueno, uno de los problemas es que tú siempre tienes los ojos tristes. En serio, ¿no te has dado cuenta? Yo sí, lo he notado. Nunca te brillan. Nunca se te ilumina la mirada cuando estamos juntos. Y yo... yo tampoco sonrío cuando veo que te acercas a mí. Y ya no me río con tus bromas absurdas, no como antes. El problema es que ya no te busco entre la gente. Que no pienso en ti cuando estás lejos, que ya no te echo de menos cuando estamos separados. El problema es que no es tu imagen la que me viene a la cabeza cuando alguien habla de Amor. Que no hago planes ni me imagino un mañana a tu lado. El problema es que el roce de tu lengua ya no hace que me estremezca de placer. El problema es que a mí me gusta dormir sola, ocupando los dos lados de mi cama. Que no hay sitio para ti y no estoy segura de querer hacerte un hueco a mi lado.






Tal vez el problema sea que yo no estoy hecha para viajar en compañía. Que me equivoqué de vagón y no te tocaba a ti ser mi compañero de trayecto. O que pienso demasiado. Sí, tal vez es eso.

jueves, 4 de junio de 2009

LEJOS



Ahí está otra vez. Ella. Subida, como siempre, en el número seis. Sentada, una vez más, en sentido contrario al de la marcha.
Hace varios meses que compartimos autobús. Yo me fijé en su mirada perdida desde el primer momento en que la vi, pero dudo que ella pueda siquiera recordad mi cara... nunca sé dónde tiene la cabeza, todavía no he conseguido averiguarlo. Lo único que puedo afirmar con total seguridad es que, si en un plazo de tres semanas no ha logrado sonreír, va a ser devorada por sus propios miedos. Sí, estoy convencida de que esa muchacha está realmente aterrorizada. No tiembla, es verdad, y puede que ya se le hayan agotado las lágrimas, pero le teme a algo. Por eso se esconde bajo esa ropa de colores y esas aparatosas gafas de pasta. Pero sus propios ojos la delatan, buscando quién sabe qué tras el cristal de la ventana... y ni ella misma tiene una remota idea de lo que NECESITA encontrar. Tal vez está enamorada y no es correspondida. O tal vez lo que ocurre es que ella no puede amar como quisiera. Puede que esa música que escucha le recuerde aquella vez que sí se enamoró... para siempre. A lo mejor le asusta dar un paso en falso. O a lo mejor no quiere volver a ir atrás y deshacer el camino ya recorrido.

. . .