martes, 28 de julio de 2009

21 gramos 100% compatibles


Y, de repente, te convertiste en algo más que pura adrenalina, ese cuerpo de sangre mezclada con gasolina. Dejaste de ser sólo esa peca capaz de hipnotizarme. O ese aroma que me abstrae del mundo, incluso cuando estás lejos... no, mejor dicho, incluso cuando no estás a mi lado, porque siempre te he sentido cerca, siempre te siento conmigo.

Justo el día en que conseguí que tu corazón fuese de papel [lo estrujo y ¡RAS!], en ese preciso instante en el que estuvimos a menos de 3mm de distancia, pasaste a ser mi compañero de alma. Sí, tú. Ese romántico para el que no existen imposibles, caballero andante que sin escudo se atreve a enfrentarse al mismo Destino si se pone en su contra y trata de impedirle llegar a donde quiere, con quien quiere. Y ahora ya me he acostumbrado a esos ojos que se clavan en mi piel, y a esa cara de embobado que se te queda cada vez que me ves reír. Cada noche sueño con ellos y con tus palabras: ‘¿Sabes que tienes una mirada preciosa?’. Y ya no sé si podría vivir sin lo que me hacen sentir. Por eso no quiero que dejes de mirarme así nunca, no mientras tú quieras seguir haciéndolo. Y créeme que yo haré todo lo posible para que no pierdas las ganas. Ya te lo dije, quiero hacerte FELIZ. Quiero seguir haciendo planes contigo, planes que sé que llevaremos a cabo. Quiero que acabemos perdidos en ese bosque que ya es nuestro, vivir a base de besos sobre una alfombra de colores otoñales y abrazarte fuerte fuerte fuerte... soñando acabar dentro de ti.





Y susurrarte al oído ‘SIEMPRE’. Sin miedo.

jueves, 23 de julio de 2009

Cuento las horas

Se acabó la cuenta atrás. Ahora estamos aquí, frente a frente. Yo corro hacia ti. Tú me recibes con los brazos abiertos y me estrechas fuerte entre ellos. Nuestras miradas se cruzan de nuevo. Saltan chispas. Y no dejamos de mirarnos. Hablamos durante horas de todos esos sueños por cumplir, de toda esa vida que nos queda por vivir, por compartir. Y a mí se me eriza el bello con sólo pensarte. Vemos amanecer. Entonces tus ojos me dicen que eres aquel al que he estado esperando durante toda mi vida. Y no me lo pienso. Necesito fusionarme contigo. Me das calor, tu calor. Tu lengua dibuja universos en mi cuerpo. El placer recorre mi espalda. Tú te conviertes en el guardián de mi piel y ella decide custodiar tu aroma, para Siempre. Me desnudas el alma y sale a la luz todo esto que siento y que no me cabe en el cuerpo, toda esa ilusión que va creciendo poquito a poquito. Volvemos a mirarnos. Te sonrío. Me respondes. Y juntos nos reímos del mundo. Me estremezco. A ratos tiemblo, no sé si por el miedo, la emoción, o las dos cosas a la vez. Pero estoy segura. Me siento Bien. Como nunca. Cierro los ojos y me pierdo entre tus sábanas. Y al fin somos uno.




Un Lucky Strike para después del amor. Yo no fumo, así que mejor me ofreces unos acordes de guitarra con sabor a ti. Yo te regalo una promesa: 'alguna vez serás tú el que me escuche tocar a mí'. Y luego un beso. Y una Certeza. Y también un nosotros.

miércoles, 8 de julio de 2009

memememememeee!!



Adoro esos teléfonos antiguos, con un auricular enorme, y un larguísimo cable en espiral en el que enrollar mis ideas mientras hablo horas y horas y horas. Me gustan los pantalones con bolsillos. No soporto abrir la nevera y descubrir que mi hermano ha dejado sólo un culín de leche en el tetrabric. Me encanta cerrar los ojos y bailar desnuda en mi habitación, siguiendo el ritmo de una canción que sólo está en mi cabeza. Odio al obrero que pone en marcha su martillo percutor justo cuando el protagonista de mi película favorita había decidido sincerarse conmigo. O a ese oportuno vecino que me obliga a escuchar su pseudomúsica infernal, cuando lo único que a mí me apetece es leer un rato, perderme entre palabras e historias que no me pertenecen. Me pueden las interrupciones, en general. Me gusta llevar falda, sólo para salir a la calle, empezar a dar vueltas y ver cómo ondea su vuelo. Me desquicia tener que frenar de golpe cuando es otro el que ha cometido una infracción. Me llena de Vida llegar a un parque y tirarme rodando por la hierba. Y es mucho mejor si puedo sentir en mi piel el rocío de la mañana. Me da rabia que se ponga a llover el día en que yo decido ponerme tirantes y sandalias... ¡que me ha costado una semana dar el paso! ¿Pero hay algo mejor que pasear bajo la lluvia? A lo mejor. Ver las gotas resbalando por el cristal de mi ventana, mientras me quedo estirada en mi sofá, tapadita con esa manta de colores, bebiendo un tazón de leche con cacao (caliente, sólo por esta vez). Darle cinco (o diez o quince o veinte..) minutos de margen al despertador. O mejor, abrir los ojos a las seis y descubrir que tienes toda una mañana de sábado para cerrar la ventana y seguir durmiendo. Pero que nadie venga despertándome a gritos ni me haga hablar cuando todavía no sé quién soy. Si te esperas media hora y resultas una compañía agradable, podremos disfrutar de una Buena conversación. Y si quieres luego nos vamos a pisar hojas secas (:


martes, 7 de julio de 2009

Sólo a oscuras te veo bien.

Como en esas noches de verano cuando, pasada ya la hora de las brujas, salgo al balcón a fumarme el último cigarrillo del día... o el primero de la próxima jornada, quién sabe. Y tú te apoyas en esa barandilla oxidada, acercándome otra cajetilla de Nobel, porque sabes bien (mucho mejor que yo) que hace más de una hora que me he quedado sin reservas. Me miras, y ambos nos reímos de ese "Fumar puede matar". ¡Pero si la misma Vida atenta contra nosotros a cada instante que pasa! Y también nos reímos de ella, ¿no es cierto? Te sientas en el suelo y sigues mirándome. Me observas en silencio hasta que le doy la última calada al pitillo. Imaginas que ando perdida en mi interior, en un debate filosófico acerca del paso del tiempo, por ejemplo. Pero no es así. Sólo trato de encontrarme en la luz de la Luna llena reflejándose en tu pelo. También cuento las estrellas que adornan el firmamento, y ya van 57, todas las que puedo regalarte Hoy. Tú suspiras y, acto seguido, sonríes. Como si, de repente, te hubieras colado en mis ideas y supieras qué es lo que se me acaba de ocurrir en este preciso momento. Y a mí me dan escalofríos cuando veo en tus ojos ese brillo especial, propio de aquellos que aún conservan su fe en el Mundo. Yo la perdí hace ya demasiado tiempo, pero todavía creo en ti. Y rezo por tus manos buscando verdades en cada recoveco de mi cuerpo. Prometo hacer lo propio con mi lengua. Dejamos la ventana abierta y jugamos a conocernos profundamente. Sin saberlo, nos convertimos en la inspiración de Doña Concha, aquella mujer que sufre insomnio desde hace tres semanas... la que tal vez ahora ha empezado a disfrutarlo. Y en un parpadeo ha huido la oscuridad y la claridad del día te anuncia que, una vez más, te has olvidado de dormir y me has arrastrado contigo en ese soñar despiertos. Y te das cuenta de que, sin haberlo planeado, ya es Mañana.



En unas horas saldré al bacón.

domingo, 5 de julio de 2009

Contigo. Sin ti.


Ven. Vuelve. Aunque sólo sea para regalarme de nuevo las ganas de echarte de menos. Sabes que yo te espero. Tómate tu tiempo y después regálamelo a mí. No tengas miedo. Yo prometo perderme en tu aroma. Y cogerte de la mano para contar estrellas Juntos, para seguir contándolas cuando amanezca. Y que me tomes en brazos para cruzar horizontes sin movernos del sitio. Como antes, ¿te acuerdas? Me encantaba Todo contigo. Y no dudaría en revivir cada instante que ya hemos compartido. E improvisaría nuevos momentos a tu lado. Ahora nos conocemos bien y puede que así todo fuese más fácil. Pero la distancia es muy puta. Y ahora le ha dado por aliarse con el tiempo. Y quién sabe si el olvido está metiendo baza también en esta historia. Te aferrarás al movimiento de las agujas del reloj y mañana ni siquiera recordarás que ayer hubo un Nosotros.



Qué pena, Amor mío..!

miércoles, 1 de julio de 2009

¡Ñam!


¿Alguna vez te han comido con los ojos? No me pidas que te mire Ahora porque vas a morir devorado. Voy a colarme en tu alcoba del mismo modo en que tú te colaste en mi vida. Voy a adueñarme de tu cama y vamos a revolver las sábanas, Juntos. Vas a respirarme mientras yo me pierdo en tu ombligo. Luego te haré esperar. Y esperarás. Tomarás mis medidas para hacerme un vestido de besos. Y al final me saborearás. Y yo te morderé hasta los sueños. Y arderemos, Juntos. Nuestros latidos se acompasarán y nuestros corazones querrán abandonar nuestros respectivos cuerpos, para encontrarse afuera. Nos quedaremos sin aliento y nos faltará el aire. Nos ahogaremos en un suspiro. Y nos consumirán las ganas de tenernos el uno al otro cuando yo te acaricie y tú me susurres al oído "Me apeteces". Y acallaremos los gemidos para no convertirlos en gritos, no sería bueno despertar la envidia del cielo. Nos miraremos de nuevo, reavivaremos el fuego de nuestras pupilas y volveremos a empezar.


Y mañana será otro día.
Y yo seré otra también, en un Mundo distinto.